Los Siete Cuerpos

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Cada ser humano en la tierra necesita siete cuerpos para vivir. Tres de los siete cuerpos son cuerpos superiores, que son divinos y ya perfeccionados vibrando a una frecuencia alta en el nivel de los maestros ascendidos. Los cuatro cuerpos inferiores contienen energías disonantes y desviadas de otras vidas y vibran en una frecuencia baja siempre luchando con el forcejeo del bueno y del malo.

Cuando nuestros 4 cuerpos vibran bajo, solo vemos el mundo de la materia densa como unica realidad. Si elevamos la frecuencia de vibración en nuestros cuerpos inferiores, empezamos a sentir, percibir a ver los mundos sutiles, que hasta ahora estaban ocultos a nuestra percepción.

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Los tres cuerpos superiores son:

 

  • La YO SOY Presencia   el ser verdadero, divino y eterno en cada uno libre de la identificación con roles y cosas materiales que sigue viviendo después la muerte fisica.

 

  • El cuerpo causal   contiene el bueno de todas las otras vidas, la energía armónica y constructiva.

 

  • La Presencia Cristica – un fiel retrato de la YO SOY Presencia con un nivel de vibración mas bajo, un transformador entres los cuerpos superiores y inferiores, la voz interior.

 

Los cuatro cuerpos inferiores son:

 

  • El cuerpo físico – es la conexión del ser humano con la tierra; es el vehículo que le permite funcionar. Al principio este cuerpo no era tan denso, tenía una frecuencia de vibración más fina, más etérico. Pero durante miles de años, experiencias desarmonicas bajaron la frecuencia de la luz y hoy en día el cuerpo físico de la mayoría de la gente es mucho más denso y pesado. La elevación de la luz en el cuerpo por medio de la meditación, yoga, trabajo de sanación, etc. ayuda a aumentar otra vez la vibración corporal y a hacer el cuerpo más ligero y sútil.

 

  • El cuerpo etérico – contiene todas las acciónes, pensamientos y emociónes de otras vidas, malas y buenas. La acumulación de estos recuerdos y experiéncias se llama alma, por lo tanto el cuerpo etérico es la funda para el alma. Experiencias disonantes y emociones profundas dejaron heridas y grietas en el cuerpo etérico. La naturaleza sana las heridas pero cicatrices se quedan. Si en esta vida hay mucha presión en estas cicatrices por medio de experiencias similares, ellos se abren y enfermedades y desarmonía se desarrollan. Si los humanos se hieren el cuerpo etérico es mucho peor que los heridas físicas. El cuerpo físico se disuelve un día pero el cuerpo etérico acompaña los humanos del primer día hasta su transformación.

 

  • El cuerpo mental – ha sido creado para recibir ideas y visiónes divinas; el espíritu o la consciencia están situado en el cuerpo mental. En un estado sano, la mente sirve al ser divino en lugar de controlarlo. Hoy en día estamos muy controlado de la mente, de miedos, ansiedades, preocupaciones, depresiones. La vibración del cuerpo mental es tan baja, que no reacciona a ninguna inspiración divina o a la voz interior. El objetivo es de transformar la mente para que nos sirva en vez de controlarnos.

 

  • El cuerpo emocional – contiene guardados todos los sentimientos y emociones, con la tarea de cargar este cuerpo con sentimientos de felicidad, pureza y paz. Sin embargo, mientras el cuerpo emocional se ha transformado en un recipiente colector para emociones imperfectas e insensibles; cuando los electrónes moviendose en el cuerpo emocional vibran en armonía con el divino, uno se siente sano. Cuando el movimiento está ralentizado en causa de emociones disarmonicas, ellos mismos empiezan a coger el control y  las enfermedades y depresiónes se desarollan. El objetivo es equilibrar la vibración del cuerpo emocional para ser capaz de manejar las emociones y de transformar todas las emociones destructivas a amor, paz, armonía y felicidad

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